OPINIÓN. Omar Duclós / Presidente Partido GEN Provincia de Buenos Aires
Nuevamente conmocionados e indignados por la imagen reveladora del saqueo, que perpetro el gobierno kirchnerista durante los últimos 12 años. Bienvenida la detención infraganti del ex Secretario de Obras Públicas de la Nación José López; un aplauso para el vecino comprometido que avisó y para los policías que cumplieron el procedimiento.
No obstante no debemos soslayar que la detención no se produjo como consecuencia de una decisión, adoptada en el marco de una investigación judicial seria, oportuna y profunda, a pesar que desde hace años existen causas abiertas que lo involucran.
Del mismo modo, la detención de Lázaro Báez fue imparable luego que se mostrara en PPT las imágenes obscenas de sus colaboradores/socios contando dinero mal habido.
Nunca es justo generalizar, sobre todo cuando hay algunos jueces, fiscales, dirigentes políticos y periodistas, valientes y comprometidos, en evitar que la impunidad se instale definitivamente entre nosotros; pero una gran parte de la Justicia Federal, colonizada por el mismo poder corrupto, está en deuda con la verdad y el principio sagrado del Estado de Derecho, la igualdad ante la ley, para determinar todas las responsabilidades en la escandalosa corrupción sistémica.
Le cabe aquí un rol importante a los representantes de los distintos estamentos que integran el Consejo de la Magistratura, para controlar, investigar y separar a los miembros del Poder Judicial que han claudicado en su responsabilidad.
También la política tiene un gran desafío, no solo ejerciendo plenamente las facultades constitucionales para promover y facilitar las investigaciones, sino fundamentalmente para construir un andamiaje institucional preventivo de la corrupción, para que nunca más tenga protección desde el poder.
Estamos frente a una oportunidad histórica y tal vez un punto de inflexión, depende del compromiso ciudadano; nuestra democracia necesita algo más que votar cada dos años, para recuperar el funcionamiento pleno de las instituciones. No alcanza tampoco, con el puñado de dirigentes políticos valientes y sostenidos en un liderazgo ejemplar, entre las que se destaca Margarita Stolbizer, ni con los periodistas corajudos, comprometidos con la verdad, para asegurar el saneamiento de tanta podredumbre; hace falta que todas las mujeres y hombres de buena voluntad nos unamos en el reclamo, para que los funcionarios competentes hagan lo que la ley les manda para condenar a los corruptos y recuperar lo que es de todos.
Porque lo que muchos no hacen por convicción, lo harán por necesidad, si la exigencia social se fortalece y permanece potente, reclamando que los funcionarios de los tres poderes del Estado cumplan su deber y si no lo hacen, también la ley los alcance.
Está en todos, por encima del partidismo, dejar que nos sigan robando oportunidades.